
Visión general
Las “calles compartidas” son una estrategia de planificación de la movilidad sostenible que da prioridad a la seguridad y la comodidad de las personas sobre los automóviles, cambiando la forma en que las calles son utilizadas y compartidas por diferentes modos de transporte. Basada en pruebas, esta táctica pretende crear un entorno más equitativo e integrador, que permita la coexistencia armoniosa de todos los usuarios. Al replantear el uso tradicional de las calles y crear un espacio compartido para peatones, ciclistas y automovilistas, las Calles Compartidas fomentan el transporte sostenible y activo, reducen las emisiones y mejoran la salud pública. Este enfoque se ha aplicado con éxito en varias ciudades de todo el mundo, dando lugar a entornos urbanos más seguros y habitables.
Localización:
Santiago, Chile; Danlí, Comayagua, Honduras; Ciudad de Panamá, Panamá.
Organisation:
Ciudad Emergente
Partner organisations:
-.
Beneficiario:
Niños & comunidad local
Escala de proximidad:
Vecindario, Ciudad
Componente de entorno construido:
Calles; espacios abiertos
Ideas de diseño
Visual/Estética:
Pintar calles y aceras, instalar señales de tráfico e introducir elementos creativos de “placemaking” pueden proporcionar a la gente una nueva forma de experimentar la calle, como, por ejemplo, pintar carriles bici experimentales, ampliar las aceras y reducir los carriles para coches y transformar partes de la calle en zonas 100% peatonales.
Material:
Se utilizaron materiales ligeros y diseños temporales para activar espacios a corto plazo, con un presupuesto reducido.
Tecnología:
Diferentes herramientas de medición como sensores Smart-citizen, árboles de ideas y contadores de tráfico de bicicletas se utilizan para medir el impacto de las calles compartidas.
Proceso:
El proceso implica un diagnóstico previo para identificar los principales problemas y necesidades. Los procesos de diseño y ejecución contemplan la participación de los ciudadanos y de los principales responsables locales. La participación temprana tiene como objetivo generar la confianza y el compromiso de todas las partes interesadas, así como enriquecer el codiseño y el codesarrollo de estas intervenciones.
Localización:
Los criterios de selección incluyen calles y carreteras muy congestionadas en las que los espacios entre coches, peatones y otros modos de movilidad están desigualmente distribuidos. Las calles compartidas pueden adaptarse a diferentes escalas de ciudad.
Perspectivas de aplicación
La calle compartida es un método poderoso para promover que las personas pasen de ser actores pasivos a agentes activos del cambio. La gente se siente más capacitada para generar un cambio en sus preferencias de movilidad después de experimentar este enfoque. Además, la gente está más dispuesta a compartir la calle cuando se dan las condiciones y la opción de movilizarse de forma rápida, cómoda y segura. Por último, el experimento de las calles compartidas demuestra ser una estrategia eficaz para generar distritos con bajas emisiones de carbono.