¿Para quién es esta guía?

Las vidas y el bienestar de los niños y las niñas dependen de las ciudades en las que se crían, así que estas deberían construirse de forma que sean el mejor entorno posible para que la próxima generación alcance todo su potencial. Arup y la Fundación Bernard van Leer, aunando sus conocimientos en materia de diseño y primera infancia, proporcionan directrices, herramientas y consejos a medida a las autoridades de las ciudades, los promotores, los urbanistas y los especialistas en desarrollo de la primera infancia para crear espacios urbanos que respondan a las necesidades de la infancia y de las familias y que fomenten y faciliten la adopción de comportamientos y prácticas de cuidado saludables.

¿Por qué tenemos que centrarnos en las niñas y niños que se crían en ciudades?

En todo el mundo, más de mil millones de niños y niñas se crían en entornos urbanos. Aunque las ciudades crecen con rapidez, no se están adaptando a las necesidades de la infancia, las personas cuidadoras y las embarazadas.

Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo físico, socioemocional, lingüístico y cognitivo. La neurociencia ha demostrado que las experiencias tempranas que se viven con la familia, las personas cuidadoras y el entorno sientan las bases del estado de salud, el aprendizaje, el comportamiento y el bienestar durante el resto de la vida.

Para desarrollar todo su potencial, no basta con que las niñas y niños pequeños dispongan de las condiciones básicas mínimas (una buena nutrición, sanidad de calidad, acceso a aire puro y agua potable, y un entorno seguro). También necesitan abundantes oportunidades de explorar, jugar y experimentar interacciones humanas cálidas y receptivas.

Para que durante la primera infancia sea posible aprovechar al máximo el entorno, los espacios físicos y las personas presentes tienen que responder a las necesidades de desarrollo propias de cada edad. Por ejemplo, hay que garantizar condiciones que ayuden a proporcionar un cuidado cariñoso, sensible y saludable.

La Guía de diseño para la proximidad del cuidado se basa en la iniciativa Urban95 de la Fundación Bernard van Leer, que plantea una pregunta muy directa:

Si viera la ciudad desde una altura de 95 cm (la estatura de un niño de 3 años), ¿qué cambiaría?

La guía se ha diseñado específicamente para responder a las necesidades de tres grupos de personas: los niños y niñas de entre 0 y 5 años, las personas que los cuidan y las mujeres embarazadas que viven en contextos urbanos. De todas formas, cuando se ponen en práctica las indicaciones de la guía, se beneficia toda la comunidad.

Las intervenciones centradas en la infancia y en la familia tienen la capacidad de reforzar la economía local, aumentar los espacios seguros y acogedores, cohesionar las comunidades y crear lugares magníficos para vivir, trabajar, jugar e invertir.

Cuando un barrio satisface las necesidades de las niñas y los niños pequeños, las personas que los cuidan y las embarazadas, toda la comunidad gana vitalidad y empoderamiento.

Una guía para todos los contextos urbanos

La Guía de diseño para la proximidad del cuidado se ha concebido para que se pueda aplicar en todo tipo de contextos urbanos de forma que beneficie a los niños, las niñas y las personas cuidadoras que los habitan.

En la actualidad, los gobiernos, promotores y urbanistas no dedican la atención ni las inversiones necesarias al desarrollo de entornos para la infancia en las ciudades. En consecuencia, se está reduciendo el espacio destinado a la infancia. Los coches han expulsado a los niños y las niñas de las calles, las aceras cada vez son más estrechas y los espacios públicos se reducen o restringen, lo cual mina la libertad de los pequeños para explorar el entorno de forma independiente. Quienes toman decisiones en las ciudades y se ocupan del urbanismo no suelen escuchar las voces de los niños pequeños y de quienes los cuidan, y aún menos tener en cuenta las necesidades específicas de cada franja de edad o de grupos de población con capacidades diferentes.

Esta guía también contiene herramientas y casos prácticos específicos aplicables a contextos urbanos vulnerables, como los asentamientos informales y de refugiados.

Obtenga más información sobre los estudios realizados en contextos urbanos vulnerables.

Los contextos urbanos vulnerables son ciudades o partes de una ciudad sometidas a constantes impactos y factores de estrés que ponen en peligro las vidas, los medios de subsistencia y los sistemas sociales, económicos y gubernamentales de los que dependemos. Estos contextos suelen estar masificados y contaminados, además de caracterizarse por la presencia de viviendas poco seguras, infraestructuras incompletas o insalubres y acceso limitado a servicios urbanos y espacios públicos de calidad. A pesar de los desafíos que afrontan y la falta de apoyo, es importante reconocer la creatividad, capacidad de innovación y resiliencia de las personas que viven en estas comunidades, que se han reunido para mejorar sus condiciones de vida y para ayudarse unos a otros. Para crear ciudades mejores para la infancia y las personas cuidadoras, es crucial dotar de recursos y oportunidades a las comunidades.

Invertir en desarrollo infantil es la forma más eficaz de mejorar a largo plazo la seguridad y la prosperidad de las comunidades de todo el mundo.

Los beneficios de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado

Un enfoque que dé prioridad al cuidado y la proximidad en el urbanismo desempeña una función esencial a la hora de crear ciudades inclusivas que no solo favorecen a los bebés, niñas y niños pequeños y quienes los cuidan, sino a todo el mundo. La publicación de Arup Designing for Urban Childhoods destaca los numerosos beneficios que se han obtenido en ciudades de todo el mundo al tomar medidas para mejorar las vidas de la población infantil en el entorno urbano.

Estos beneficios demuestran que el hecho de prestar atención a las necesidades de la población más joven tiene el potencial de funcionar como cohesionador para afrontar desafíos complejos y conseguir apoyo para ideas innovadoras. Un urbanismo favorable para la infancia y las familias puede ser un catalizador eficaz para responder a distintas agendas, como las relativas a la seguridad vial, la contaminación atmosférica, los comportamientos sostenibles y el apoyo a una población dinámica.

Salud y bienestar

Al crear ciudades que ofrecen a los niños y niñas de todas las edades y contextos una oportunidad de ejercer a diario su libertad y de participar en actividades organizadas (por ejemplo, deportivas), se contribuye a mejorar la forma física y el sistema inmunitario de la población, reducir los niveles de estrés y fomentar un mayor respeto por uno mismo y por los demás.

Economía local

Los parques y los espacios públicos favorables para las niñas y los niños y quienes los cuidan salen rentables. Las partes de las ciudades frecuentadas por familias con niñas y niños pequeños revelan mejor que cualquier material de marketing que la zona está limpia, es segura y permite pasarlo bien. Los comerciantes, quienes prestan servicios de ocio y quienes ejercen una actividad comercial cada vez son más conscientes de los beneficios que eso les reporta.

Seguridad

Cuando las zonas públicas se llenan de niños y familias que disfrutan de actividades culturales, se vuelven más limpias y más seguras. La clave está en apostar por eliminar los peligros de las calles y los espacios públicos, en lugar de alejar a la población infantil de los peligros. Es igualmente importante prestar atención a la sensación de seguridad y otros obstáculos, que pueden ser físicos, psicológicos o emocionales, como la delincuencia, la discriminación y los comportamientos negativos.

Comunidades
más fuertes

Las relaciones sociales son esenciales para la salud y el bienestar. Una interacción social significativa y positiva entre miembros de la comunidad de todas las edades contribuye a forjar relaciones y fomentar un sentimiento de comunidad.

Naturaleza y sostenibilidad

La conexión con la naturaleza lleva asociada una serie de beneficios para la salud psicofísica, como una reducción de las tasas de obesidad, depresión, estrés y trastornos de la atención. Se ha demostrado que los espacios verdes de las ciudades favorecen en especial a la población anciana y joven, pues combaten la desigualdad por motivos de edad al tiempo que mejoran la salud.

Resiliencia climática

Si se integran los principios orientados al bien de la infancia en las medidas para potenciar la resiliencia climática, será posible crear oportunidades de mejorar el bienestar y el desarrollo de los niños y las niñas. Por ejemplo, los carriles bici y los campos deportivos pueden convertirse en vías navegables y depósitos, y podrían utilizarse paneles elásticos situados encima de tanques de almacenamiento subterráneos para alimentar bombas de agua que a su vez activen elementos acuáticos cercanos.

Nuestra alianza

Para crear la Guía de diseño para la proximidad del cuidado, Arup y la Fundación Bernard van Leer se han aliado poniendo en común su experiencia en urbanismo y sus conocimientos en materia de desarrollo de la primera infancia. Nuestro objetivo es ayudar a los profesionales que trabajan en contextos urbanos y a quienes toman decisiones en estos ámbitos para que hagan posible un cambio positivo duradero para la primera infancia, las personas cuidadoras y las embarazadas, lo cual redundará en un beneficio para toda la comunidad.

El camino recorrido hasta hoy

2019

Arup y la Fundación Bernard van Leer empiezan a colaborar

Se empieza a elaborar la primera versión de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado, concebida principalmente para contextos urbanos vulnerables, como los asentamientos informales y de refugiados, en los que viven cientos de millones de niños y niñas en todo el mundo.

2020

Otras organizaciones apoyan la creación de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado

Arup y la Fundación Bernard van Leer se alían con cuatro organizaciones consolidadas que trabajan en asentamientos informales y de refugiados, y ponen a prueba el enfoque para la proximidad del cuidado en cuatro lugares: CatalyticAction en El Mina (Líbano), Civic en Azraq (Jordania), Kounkuey Design Initiative (KDI) en Kibera (Kenia) y Violence Prevention through Urban Upgrading (VPUU) en Khayelitsha (Sudáfrica).

Se establece un Comité de revisión técnica que contribuya a dar forma a la guía

El comité está formado por expertos y responsables de tomar decisiones en gobiernos locales, así como en los sectores humanitario y de promoción urbanística, al frente de las políticas, el diseño y la construcción en contextos urbanos vulnerables: PNUD, ONU-HABITAT, UNICEF, Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Comité Internacional de Rescate, Save the Children, ImagiNation Afrika, NACTO, Organización Mundial de la Salud, Fondo Mundial para la Naturaleza, Consejo Noruego para los Refugiados, Red Europea de Ciudades Amigas de la Infancia, Municipio de Tirana, Cuidad Emergente, Qendra Marrëdhënie (Centro de Relaciones) y Cruz Roja Americana.

2021

Se publica la primera versión de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado

Se publica la primera versión de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado para ayudar a los profesionales que trabajan en contextos urbanos vulnerables a desarrollar iniciativas en favor de la infancia.

La Guía de diseño para la proximidad del cuidado se incorpora a la Urban95 Academy

Arup es un socio experto de la Urban95 Academy, un programa de liderazgo apoyado por la Fundación Bernard van Leer y la London School of Economics & Political Science, que ayuda a las autoridades de las ciudades a diseñar entornos más adecuados para las niñas y los niños pequeños y quienes los cuidan.

2022

Se empieza a trabajar en una versión ampliada de la guía

Ante el interés mostrado por una serie de autoridades de las ciudades, promotores privados y urbanistas que querían aplicar la guía a diversos proyectos e iniciativas, Arup y la Fundación Bernard van Leer decidieron ampliarla para que llegase a una mayor variedad de usuarios y beneficiase así a los niños y niñas, personas cuidadoras y embarazadas de cualquier barrio o ciudad del mundo.

Colaboran nuevas organizaciones para probar la guía

Continúa el desarrollo de la guía mediante la formación y la colaboración con otras nueve entidades, que aplican y prueban estos principios y enfoques en sus respectivas ciudades, tanto en contextos vulnerables como no vulnerables: arki_lab en Dinamarca, el barrio londinense de Waltham Forest en Reino Unido, Institute for Spatial Policies y Pazi!park en Eslovenia, Huasipichanga en Ecuador, Espacio Lúdico en Uruguay, Cidade Activa y E+1 en Brasil y Ciudad Emergente en Chile.

2023

Se publica la nueva versión de la Guía de diseño para la proximidad del cuidado

Se publica una nueva guía, que incorpora los conocimientos, la pericia y las experiencias concretas de los nuevos colaboradores y ofrece contenidos adicionales pensados para un público más amplio, herramientas y casos prácticos que puedan servir de inspiración para idear soluciones favorables para la infancia y las familias en las ciudades de todo el mundo.

Autoridades de las ciudades

Si forma parte de una autoridad gubernamental encargada de la administración, el diseño, el urbanismo o la creación de políticas con relación a cualquier aspecto de la vida urbana (como la vivienda, la infraestructura social, el transporte o los espacios públicos), esta guía es para usted. La Guía de diseño para la proximidad del cuidado resultará útil a alcaldes u otras personas con capacidad de decisión que necesiten directrices y métodos para reforzar aquellos enfoques en la creación de políticas, la defensa, la inversión y el urbanismo que marcan una diferencia en las vidas de los bebés, las niñas y niños pequeños, las personas que los cuidan y las mujeres embarazadas en su ciudad o municipio.

 

En ella se detallan pasos a seguir, herramientas y casos prácticos útiles para mejorar las políticas y los procesos existentes de interacción con las partes interesadas, así como para generar ideas para nuevos proyectos.

Urbanistas

Si trabaja en el campo del urbanismo y el diseño de las ciudades, esta guía es para usted. Tal vez ya conozca enfoques orientados a la infancia en su profesión pero esté buscando más información y herramientas para responder a las necesidades específicas de los bebes y niñas y niños pequeños, las personas que los cuidan y las embarazadas. Esta guía también es útil para profesionales que nunca hayan diseñado y defendido iniciativas en favor de estos grupos y que necesiten información general para saber por dónde empezar y qué pasos dar.

 

La guía ofrece herramientas y casos prácticos que se pueden utilizar en las principales fases de un proyecto para abordar el diseño teniendo en cuenta todos los elementos necesarios, para colaborar con las comunidades beneficiarias en la creación y para forjar alianzas y planes de defensa para poner en marcha el proyecto.

Especialistas en desarrollo de la primera infancia

Si trabaja en el campo del desarrollo de la primera infancia con la sociedad civil en una organización no gubernamental, centro de enseñanza u organización pública o privada y le interesa aplicar en su profesión consideraciones relativas al urbanismo y el diseño de las ciudades, esta guía es para usted.

 

Aquí encontrará herramientas y casos prácticos que le ayudarán a ponerse en contacto y colaborar con autoridades de las ciudades, urbanistas y promotores para diseñar e implementar iniciativas urbanas que tengan en cuenta las preferencias y necesidades en materia de desarrollo de la primera infancia (desde la gestación hasta la edad escolar) y de las personas cuidadoras. La guía también le ayudará a conocer las fases de un proyecto urbano, para que sepa cuáles son las mejores oportunidades para aportar sus conocimientos al colaborar en el diseño y la creación de espacios urbanos.

Promotores

Si dirige, gestiona e implementa proyectos de desarrollo urbano invirtiendo o tomando decisiones al respecto y quiere generar una rentabilidad social y comercial en línea con sus compromisos empresariales y comunitarios, esta guía es para usted.

 

Aquí se explica cómo beneficiar a todos los habitantes o miembros de la comunidad en la que trabaja mediante la creación de espacios populares y apreciados. Se exponen varios modos de abordar la participación e implicación de las comunidades, así como formas prácticas de aplicar los principios ambientales, sociales y gubernamentales (ESG, por sus siglas en inglés) en las inversiones y las decisiones que se toman. Además, se facilitan datos que resultarán útiles para conseguir apoyos en favor de un enfoque beneficioso para el desarrollo de la primera infancia.

Niños y niñas de 0-5 años

Los primeros 1000 días de vida, desde la concepción hasta los 24 meses de edad, constituyen una fase crucial en la que el cerebro se desarrolla con rapidez. El desarrollo óptimo de las niñas y niños pequeños se caracteriza por un aumento de la cantidad y la complejidad de sus relaciones con personas adultas y de su edad en distintos entornos.

 

Hasta los 3 años, las niñas y los niños deberían experimentar diversas relaciones estimulantes, sensoriales, cariñosas y sensibles, así como disfrutar de oportunidades de aprender y explorar con quienes los cuidan, interactuando con su entorno doméstico y su barrio. La salud, la nutrición, la atención receptiva, las oportunidades de aprender y jugar y la seguridad son esenciales.

 

Entre los 3 y los 5 años, el juego es la forma de comunicarse, la principal fuente de aprendizaje y la forma natural de relacionarse con el entorno. A esa edad, se necesitan fuentes más variadas y complejas de estimulación y oportunidades de jugar, descubrir cosas nuevas y aprender.

 

El urbanismo y el diseño afectan de forma considerable a la forma de jugar, de interactuar de manera independiente con el entorno y de relacionarse con los cuidadores y cuidadoras. Al considerar el impacto en el hogar, el barrio y la ciudad, podemos señalar varios modos en que el urbanismo y el diseño de las ciudades pueden estimular o coartar esos elementos cruciales del desarrollo.

Personas cuidadoras

La red de apoyo directo de un niño o niña consta de las personas que lo cuidan, entre las que se pueden encontrar madres, padres, tutores/as, abuelos/as, hermanos/as, otros familiares y otras personas ajenas a la familia. Las madres, los padres y los tutores legales, como principales cuidadores, ejercen una influencia inicial crucial. Establecen relaciones seguras y de confianza, muestran cariño, introducen el lenguaje y hacen que el mundo del niño o la niña sea seguro e interesante de explorar.

 

Todas las niñas y niños pequeños necesitan disfrutar de interacciones frecuentes, cálidas, receptivas y lúdicas con personas adultas que los quieran. Si esa persona es capaz de percibir las señales del menor y de responder a ellas de forma adecuada, ayudará a forjar relaciones estables y receptivas y fomentará el desarrollo infantil, sobre todo en lo que se refiere a la adquisición del lenguaje y al comportamiento.

 

Las personas cuidadoras necesitan tiempo, energía y espacio para ocuparse de ellas mismas y de los menores a su cargo; y cuando la crianza tiene lugar en ciudades, el diseño de estas y el urbanismo pueden crear obstáculos u oportunidades a la hora de adoptar prácticas positivas. Por ejemplo, se pueden fomentar dichas prácticas si se facilitan las conexiones con comunidades locales de apoyo, se permite el acceso rápido a servicios esenciales o se destinan espacios a la lactancia materna, al descanso o al aprendizaje con los niños y niñas mediante el juego.

Embarazadas

Durante el periodo prenatal, la salud, la nutrición y la seguridad son esenciales tanto para la madre como para el feto. Son especialmente importantes la salud psicofísica de la madre, el apoyo que recibe de su comunidad, y la accesibilidad, la seguridad y la calidad del entorno.

Para disfrutar de un embarazo positivo, es crucial contar con el apoyo de la pareja o de familiares y amistades, así como tener acceso a controles de salud periódicos durante la gestación. El diseño urbano influye en la facilidad y seguridad con que una mujer puede acceder a los espacios y servicios públicos y a otras partes de un barrio. Si se tienen en cuenta las necesidades de las embarazadas en el entorno construido y se garantizan lugares limpios y seguros para descansar, el acceso al agua y a baños, un transporte eficiente y servicios públicos accesibles, por ejemplo, también se contribuirá a que los espacios urbanos sean inclusivos.

Asentamientos informales

Según la definición de ONU-HABITAT, un asentamiento informal es una zona residencial cuyos habitantes suelen afrontar tres dificultades principales: inseguridad en cuanto a la propiedad del terreno o la vivienda, ausencia de acceso a infraestructuras y servicios básicos, y viviendas que no cumplen los estándares urbanísticos o normativos, por lo general en zonas peligrosas desde el punto de vista ambiental.
A pesar de estos problemas, la gente sigue desplazándose a estos asentamientos informales en busca de oportunidades económicas, con frecuencia pensando en las generaciones futuras.

Asentamientos de refugiados

Esta guía de diseño se puede aplicar a los asentamientos de refugiados, que son zonas urbanas donde las comunidades de refugiados se establecen en propiedades no reclamadas o en asentamientos informales ya existentes. Este término no abarca los campos planificados de refugiados o de «personas desplazadas» internamente. Estas zonas suelen surgir en las fronteras nacionales como respuesta a conflictos armados, disturbios políticos, desastres naturales, escasez de recursos u otras crisis. La migración a asentamientos de refugiados se debe en gran parte a conflictos o, cada vez más, a desplazamientos por motivos climáticos.
Tanto si vienen de otra región como de otro país, al tener un vínculo débil con la nueva ciudad, estas personas se encuentran con obstáculos que no afectan a los residentes ya existentes. En la guía se afronta este tema y se explica que, si bien los refugiados tienden a agruparse en zonas bien definidas de la nueva ciudad, tampoco es infrecuente que se distribuyan por la ciudad en lugar de concentrarse en una zona geográfica específica.